A tu lado enmudecen mis palabras,
se me deshilvanan los pensamientos,
porque ¿cómo recitaré en un verso
lo que el alma dijera con un beso?
En tu regazo permanece en calma
mi corazón, de los vientos protegido
olvidando que fuera malherido,
buscando un roce, el roce de tu alma...
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